viernes, 24 de mayo de 2013

LA PERSONALIDAD DE LA RADIO 

La radio es un medio sintonizado por aproximadamente el 90% de la sociedad, aquellos que creen que por la aparición de la televisión, la llegada del internet y los adelantos de las nuevas tecnologías; la han apagado, déjenme decirles que se equivocan. Por el contrario, cada día tiene más oyentes. Una prueba fehaciente de lo que afirmo son los resultado del sondeo realizado por el Centro de Investigaciones del Instituto Cubano de Radio y Televisión, quien manifiesta que el 95% de la población mayor de 15 años son radioescuchas y el 70% del total lo hacen constantemente.
La radio, debe tener en cuenta que se dirige a un público netamente segmentado, que posee características, gustos, preferencias e intereses que los hacen únicos. Lo que le gusta a uno, le termina disgustando al otro, lo que atrae a uno, simplemente le desagrada al otro, ante la esto la radio tiene un gran desafío, buscar los contenidos correctos para que su programación llegue a satisfacer esta necesidad que tiene el radioyente y que le lleva a sintonizarla.
Antes, durante y después de un arduo día de trabajo que mejor compañía que este medio de comunicación, el cual al mismo tiempo que nos permite estar al tanto de lo que sucede en nuestro entorno, no nos deja sumergirnos en el aburrimiento y estrés. El locutor para lograr esto debe buscar la manera apropiada para transmitir su mensaje, teniendo en cuenta que trata de llegar a un público que espera mucho. El lenguaje que debe utilizar  tiene que estar cargado de sentimientos y emociones, que permitan al oyente sentir y vivir lo que se le está brindando. No es necesario el empleo de términos rebuscados  ya que confundirían al radioescucha, lo que se desea es entablar una relación armoniosa entre el emisor y el receptor, transmitiéndole seguridad y confianza.
Al decir que el anunciador debe utilizar un lenguaje sencillo, me refiero a que educa pero de una manera en que todos puedan entender. Porque no, utilizando el humor, sin llegar al extremo de mofarse de alguien más, lo que se debe buscar es llenar de vibras positivas a ese agobiado oyente, sacándolo de su angustiosa rutina. También podría emplearse distintas formas de tratar y enfocar un tema determinado, por ejemplo si se quiere dar a conocer una aventura turística, que mejor que la utilización de una crónica, este modo de expresarse se ha dejado de lado a pesar de ser uno de los mejores que existen. José Alejandro Rodríguez de Juventud Rebelde, cuestiona y se pregunta con razón “¿Qué habrá detectado la veda definitiva de esa delicia de narrar una breve historia y trasuntar sus encantos a través del visor sensorial del autor?”, pues ¿porque no retomar de lo bueno, lo mejor?; utilizando este tipo de narración se podría poner a volar la imaginación del radioescucha, quien estaría encantado de vivir esas sensaciones emitidas por el relato.
El ser humano posee una gran capacidad para captar y reproducir todo aquello que su odio percibe, que mejor oportunidad para la radio de cautivar al oyente, y hacerle sentir mediante su programación que piensa y siente como él, el radialista ante esta posibilidad debe despertar en el radioescuchas ideas nuevas, activar la facultad de participación de éste, sentar juicios y sacudir prejuicios que lo limitan. Pero para poder transmitir esto, es necesario que el locutor tenga vocación por lo que hace, que cada día se despierte con el único objetivo de servir a la población que lo sintoniza, de interactuar con ella; de permitirle expresarse, y a través de esto ayudarla a crecer y desarrollarse. Todo lo antes mencionado representa a grandes rasgos la personalidad de la radio, todo aquello por lo que existe y seguirá existiendo.

ENLACE:
http://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/comunicacion/tesis83.pdf

VIDEO:
http://www.youtube.com/watch?v=UKcYmUhBMTc <-- Dar Clic


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